El reciclado de aglomerado se ha convertido en una solución clave para avanzar hacia una conservación vial más eficiente y sostenible. En Nuño y Pescador seguimos apostando por la innovación para ofrecer soluciones más eficientes, económicas y respetuosas con el medio ambiente en la construcción y mantenimiento de carreteras. Nuestro compromiso con la mejora continua nos impulsa a incorporar nuevas tecnologías que optimicen los recursos y reduzcan el impacto ambiental. Recientemente, hemos realizado pruebas con una unidad operativa compuesta por la Hidradig Pothole, la Simex ART 1000 y un compactador vibratorio, una combinación pensada para revolucionar la reparación de firmes viales mediante el reciclado in situ del aglomerado.
¿Qué es una recicladora de aglomerado?
Se trata de una máquina capaz de regenerar y reutilizar el firme existente de la carretera, evitando la necesidad de incorporar nuevas materias primas. Esta técnica permite aprovechar el conglomerado bituminoso deteriorado, devolviéndole sus propiedades funcionales para su reincorporación inmediata. Es un sistema que reduce la dependencia de materiales vírgenes y ofrece un proceso más rápido, eficaz y ecológico que los métodos tradicionales.
La Simex ART 1000, en concreto, es una herramienta que destaca por su capacidad para descompactar, triturar, homogeneizar y extender el material existente, preparándolo para su posterior compactación. Combinada con la versatilidad de la Hidradig Pothole y la potencia del compactador vibratorio, el resultado es una maquinaria compacta, ágil y muy efectiva para tareas de mantenimiento preventivo.
Pruebas previas a la compra: compromiso con la calidad
Antes de adquirir esta tecnología, en Nuño y Pescador hemos llevado a cabo ensayos exhaustivos sobre el terreno. Estas pruebas nos han permitido comprobar su rendimiento en diferentes condiciones y tipos de firme, asegurando que cumple con los estándares de calidad y eficacia que exigimos en todos nuestros trabajos. Nuestro objetivo no es solo implementar una nueva maquinaria, sino garantizar que esta inversión se traduce en una mejora real y medible en cada intervención.
Durante las pruebas, se analizaron factores como la calidad del material reciclado, la velocidad de ejecución, la durabilidad del nuevo firme y el comportamiento de la mezcla regenerada ante la circulación de vehículos. Los resultados han sido altamente satisfactorios, confirmando que esta tecnología se adapta perfectamente a las necesidades de conservación actuales.
Reparación eficaz y rápida del firme vial
Una de las grandes ventajas de esta tecnología es su capacidad para intervenir de forma programada, corrigiendo deterioros superficiales sin necesidad de paralizar el tráfico. Esto se traduce en reparaciones más ágiles, menos molestias para los conductores y mayor seguridad vial. Además, permite actuar con rapidez en puntos conflictivos, evitando que los pequeños deterioros evolucionen en problemas mayores que requieren cortes prolongados o intervenciones de emergencia.
Gracias a la rapidez de este sistema, se pueden planificar campañas periódicas de mantenimiento, algo fundamental para prolongar la vida útil de las infraestructuras y evitar inversiones mucho más costosas en el futuro.
Reducción de costes operativos
Gracias a la regeneración del aglomerado existente, se minimiza la compra y transporte de nuevas materias primas. Esto supone un ahorro económico considerable en cada intervención, especialmente en trabajos de conservación y mantenimiento preventivo. Además, al reducir la dependencia de materiales externos y limitar la logística asociada, se optimizan los tiempos y se minimizan los riesgos asociados al suministro.
Este modelo no solo mejora la rentabilidad de los proyectos, sino que también aumenta la capacidad operativa, permitiendo abordar más tramos de carretera en menos tiempo y con menos recursos.
Compromiso medioambiental
La sostenibilidad es una prioridad para Nuño y Pescador. Esta tecnología permite la recuperación total del material in situ, lo que reduce significativamente el número de desplazamientos de maquinaria y camiones. ¿El resultado? Menos emisiones contaminantes, menos ruido y menor impacto ambiental en nuestras obras.
Además, al no depender de nuevas extracciones de áridos ni del procesamiento industrial de materiales, esta técnica reduce la huella de carbono del proceso de reparación y se alinea con las directrices actuales en materia de obra pública sostenible.
Un sistema compacto y eficiente
La combinación de la Hidradig Pothole, la Simex ART 1000 y el compactador vibratorio en una única unidad operativa permite un trabajo fluido, coordinado y preciso. Esta configuración ofrece mayor maniobrabilidad, optimiza los tiempos de ejecución y mejora la calidad final del firme. Es especialmente útil en entornos urbanos o en tramos donde el espacio operativo es limitado.
Al integrar todas las funciones necesarias en una sola máquina, se reduce la cantidad de personal y equipos necesarios, mejorando así la seguridad en obra y agilizando la operativa diaria.
En Nuño y Pescador seguimos avanzando en nuestra apuesta por la innovación aplicada a la obra civil. Incorporar tecnologías como el reciclado de aglomerado nos permite mejorar nuestros procesos, cuidar el entorno y ofrecer un servicio más competitivo. Porque creemos que el futuro de las carreteras pasa por la sostenibilidad, la eficiencia y la calidad.
Con cada nuevo proyecto, reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo de infraestructuras más inteligentes, duraderas y responsables. Esta nueva tecnología no solo representa un avance técnico, sino también una declaración de intenciones sobre cómo entendemos nuestro papel en el sector.