Los conductores los conocen bien, pero pocos saben realmente por qué se forman los baches. Aunque pueden parecer simples imperfecciones en la carretera, en realidad son el resultado de una combinación de factores que afectan directamente a la seguridad vial y a la vida útil del pavimento.
En Nuño y Pescador, empresa especializada en asfaltado y conservación de carreteras en Álava, hemos visto cómo un bache no aparece de golpe: se va formando poco a poco por fallos en el drenaje, el clima, el tráfico o el envejecimiento del firme.
En este artículo explicamos en detalle por qué se forman los baches y qué podemos hacer para prevenirlos.
1. El agua y la humedad: la causa principal de los baches
Si hay un factor que explica por qué se forman los baches, ese es el agua.
Cuando la lluvia o la humedad penetran en pequeñas fisuras del asfalto, llegan hasta las capas inferiores del pavimento. Allí, debilitan la subbase y generan huecos que, con el paso de los vehículos, se transforman en hundimientos y desprendimientos.
En zonas como Álava, donde la lluvia es habitual, este proceso es aún más frecuente.
Cómo prevenirlo:
- Drenaje eficiente
- Sellado periódico de grietas
- Mantenimiento preventivo
2. Tráfico pesado y cargas repetitivas
Otra razón clave de por qué se forman los baches es el paso constante de vehículos pesados. Camiones, autobuses y maquinaria transmiten mucha presión al firme, especialmente en carreteras que no están diseñadas para soportar ese nivel de carga.
Con el tiempo, esta presión provoca deformaciones que terminan evolucionando en baches.
Prevención:
- Mezclas reforzadas
- Capas de rodadura de mayor espesor
- Programas de conservación periódica
3. Heladas y cambios bruscos de temperatura
En Álava las heladas son habituales, y este es uno de los motivos más importantes de por qué se forman los baches.
El ciclo hielo–deshielo funciona así:
- El agua se filtra en el pavimento.
- Se congela y aumenta su volumen.
- Rompe el firme desde dentro.
- Al descongelarse, deja huecos que facilitan el hundimiento.
Este proceso repetido debilita el asfalto hasta que aparecen los primeros baches.
Soluciones:
- Mezclas adaptadas al clima
- Renovaciones periódicas
- Control exhaustivo del drenaje
4. Envejecimiento natural del asfalto
Con el tiempo, el asfalto pierde elasticidad y se vuelve más rígido. El ligante bituminoso se agrieta y se desgasta, permitiendo que el agua entre y acelere el deterioro.
Este envejecimiento explica una gran parte de por qué se forman los baches en carreteras antiguas.
Para evitarlo:
- Tratamientos superficiales
- Nuevas capas de rodadura
- Rejuvenecedores y actuaciones preventivas
5. Defectos en la construcción o en los materiales
Aunque no es lo más común, también puede haber causas relacionadas con la ejecución de la obra:
- Compactación insuficiente
- Espesor inadecuado
- Materiales de baja calidad
- Bases mal preparadas
Estos fallos hacen que el pavimento tenga menos resistencia y sea más propenso a romperse.
En Nuño y Pescador garantizamos materiales adecuados, equipos especializados y una ejecución rigurosa en cada fase para evitar estos problemas.
Entonces… ¿por qué se forman los baches?
En resumen, los baches aparecen por una combinación de:
- agua que se filtra,
- heladas,
- tráfico pesado,
- envejecimiento del asfalto,
- y, en menor medida, errores de construcción.
Pero lo importante es que no son inevitables.
Cómo prevenir los baches: la clave está en el mantenimiento
Para evitar que se formen baches, estas medidas son fundamentales:
✔ Mantenimiento preventivo
Reparación de fisuras, limpiezas de cunetas, tratamientos superficiales y revisiones periódicas.
✔ Buen sistema de drenaje
La carretera debe evacuar el agua de forma rápida y eficiente.
✔ Mezclas adaptadas al tráfico y al clima
Especialmente en zonas frías o con tráfico pesado.
✔ Intervenciones rápidas
Una pequeña reparación a tiempo evita un bache futuro.
Compromiso con carreteras más seguras y duraderas
Saber por qué se forman los baches es el primer paso para evitarlos.
En Nuño y Pescador trabajamos cada día para construir, reparar y conservar carreteras que soporten el clima, el tráfico y el paso del tiempo.
Porque una carretera bien mantenida es una carretera más segura y más duradera para todos.
